El Rapto - La segunda venida de Cristo 



Después de hacer una investigación de las Escrituras, no se puede encontrar ningún pasaje que apoye la teoría del rapto.
La primera venida de Cristo ocurrió para que él fuera sacrificado por nuestros pecados (Hebreos 9.28; Mateo 20.28). Pero la Biblia también nos enseña que él vendrá por segunda vez (Hebreos 9.28). Esta segunda venida será la ultima. El regresará por su pueblo. 

No existe ninguna doctrina acerca del rapto en la Biblia.
El dijo: "... voy, pues a preparar lugar para vo¬sotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis" (Juan 14.2,3). Hablando de ese evento, el Espíritu Santo guió a Pablo a escribir: "...y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tesalonicenses 4.17). 

La Biblia no habla de dos o tres venidas de Cristo. Así que todos los hechos concernientes a la segunda venida del Señor conciernen a la última venida de él.
¿Cómo vendrá el Señor? "...el día del Señor vendrá como ladrón en la noche..." (2 Pedro 3.10). 

No habrá señales inmediatas de advertencia en cuanto a su llegada.
"He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron: y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él" (Apocalipsis 1.7). El Señor será visible a todos.
Le escucharemos: "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios..." (1 Tesalonicenses 4.16). "... Los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas" (2 Pedro 3.10). 

Durante la venida del Señor, todos los muertos serán levantados.
 "...Todos los que están en los sepul¬cros oirán su voz,' y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación" (Juan 5.28,29).
Nótese que existe sólo un evento de resurrección y que los buenos y malos resucitarán al mismo tiempo. Por esto mismo dijo Pablo: "...ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos" (Hechos 24.15). 

La resurrección tendrá lugar en el último día de existencia de esta tierra
 (Juan 6.44,54).
Los que estén vivos sufrirán una transformación: "...No todos dormiremos, pero todos seremos transfor¬mados, en un momento, en su abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados" (I Corintios 15.51,52). 

Encontraremos a Cristo en el aire: "Luego noso¬tros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tesalonicenses 4.17).
El juicio tendrá lugar: "Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio" (Hebreos 9.27). "Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo" (2 Corintios 5.10). 

El reino de Cristo habrá concluido. 
Cristo comenzó a reinar en su reino al sentarse en el trono de David, cuando la iglesia fue establecida (Hechos 2.30-36). El continúa y continuará su reino hasta que todas las cosas queden sometidas. "Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte" (1 Corintios 15.25,26).
Y al final, él entregará el reino al Padre: "Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia" y "Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos" (1 Corintios 15.24,28). 

Los santos serán glorificados.
 "Cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria" y "El cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya..." (Colosenses 3.4; Filipenses 3.21).


Los malos serán castigados.
 "...Cuando se ma¬nifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder" (2 Tesalonicenses 1.7-9).

La Biblia no enseña que habrá un llamado secreto en que Dios recogerá a su pueblo en un rapto. La Biblia enseña que Jesucristo vendrá sólo una vez más. Y cuando él regrese, todos —los que estén vivos y muertos— lo sabrán. Todos los eventos ya considerados aquí ocurrirán cuando él vuelva. Así que es necesario que pongamos atención a la advertencia de Pedro: "Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir..." (2 Pedro 3.11). 

Es necesario que nos motivemos unos a otros a estar preparados. Pablo dijo: "He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación" (2 Corintios 6.2).


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