El Cristianismo De Acuerdo Al Modelo Del Nuevo Testamento

 

El tema de la religión es un tema importante y provoca gran emoción en muchas per¬sonas. Sin embargo, hay mucha con¬fusión en el campo de la religión. En el mundo uno puede encontrar tantas iglesias y cada una de ellas tiene su propia doctrina. Por esta razón hay gente que no quiere escuchar nada de las cosas religiosas porque piensa que nadie tiene la verdad y lo que enseñan es, en su mayor parte, sus propios pensamientos. Por una parte tienen razón porque, cuando se le pregunta a alguien acerca de su religión, todos dicen que tienen la verdad. Sabemos que es imposible que todos tengan la verdad, cuando la doctrina, y la prácti¬ca de cada grupo es diferente. La Biblia no enseña tantas doctrinas dife¬rentes, o sea que no enseña una doc¬trina distinta para cada secta. Tam¬bién, hay muchas que mezclan las enseñanzas del Antiguo Testamento con las enseñanzas del Nuevo Testa¬mento.

 

Por eso, en este artículo que¬remos estudiar el cristianismo del Nuevo Testamento.
Cuando empezamos un estudio sobre un tema así, es importante que todos reconozcan que la Palabra de Dios, o sea la Biblia, es la autoridad para el hombre en cuanto al asunto de religión. Notemos lo que la Biblia dice: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Génesis 1:1). Dios estuvo antes que el mundo fuera crea-do, y toda alma está bajo su poder. Job escribió estas palabras: "En su mano está el alma de todo viviente, y el hálito de todo el género humano" (Job 12:10). Jesucristo dio la gran comisión a sus discípulos antes que ascendiera al cielo diciendo: "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípu-los a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén" (Mateo 28:18-20). Debemos incluir un pasaje más acerca de la Palabra de Dios. El apóstol Pa¬blo escribió: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para ense¬ñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, entera¬mente preparado para toda buena obra" (2 Timoteo 3:16-17). Por estos pasajes concluimos que todo está bajo el poder de Dios, y en cuanto a cues-tiones religiosas, tenemos que buscar en la Biblia la respuesta, porque no hay otro lugar que tenga poder en estas cuestiones.


El mundo, y todo lo que fue creado en el mundo, es para Dios. Pablo escribió: "Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visi¬bles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él" (Colosenses 1:16). La última parte del versículo merece que la leamos otra vez: "todo fue creado por medio de él y para él." Dios mere¬ce la honra y la gloria del hombre, y la gloria es dada a él por medio de la iglesia. "A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén" (Efesios 3:21). Por eso, el hombre no puede honrar a Dios sin ser miembro de la iglesia, y la iglesia tiene que guardar los mandamientos de Dios.

Las Escrituras nos dan un modelo para la iglesia; el cristiano y el cristianismo no deben apartarse de él.
El Diccionario Larousse Usual da una definición de la palabra "modelo" así: "Persona o cosa digna de ser imi¬tada: un modelo de virtudes." El Cris¬tianismo, hoy, tiene que ser igual al cristianismo del Nuevo Testamento. La iglesia, tiene que imitar a la iglesia en el Nuevo Testamento. El cristiano, tiene que poner en práctica todos los mandamientos que se encuentran en el Nuevo Testamento para él. Los apóstoles pueden ser ejemplo para nosotros. Por ejemplo, el apóstol Pablo dijo: "Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se condu¬cen según el ejemplo que tenéis en nosotros" (Filipenses 3:17). Podemos ver en ellos la manera en que un cristiano debe vivir su vida. También, Pablo le dijo a Timoteo que debía ser ejemplo para los creyentes (1 Timoteo 4:12). Moisés cumplió la voluntad de Dios cuando hizo el tabernáculo en el desierto, porque lo construyó como Dios quería, y no como el hombre quería. La Biblia dice: "Tuvieron nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto, como había ordenado Dios cuando dijo a Moisés que lo hiciese conforme al modelo que había visto" (Hechos 7:44). La iglesia y el cristiano, tienen que conformarse al modelo que encontramos en las Sagradas Escrituras.
La obediencia del hombre tiene que conformarse a las enseñanzas bíblicas. Pablo le escribió a la iglesia en Roma diciendo: "Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados" (Romanos 6:17).


Había una forma de doctrina que los romanos obedecieron, y sigue siendo la misma forma de doctrina que cada persona tiene que obedecer en el día de hoy. Por eso, lo que las personas hicieron en el Nuevo Testamento, para ser un cristiano, no es diferente; al contrario, el hombre, hoy, tiene que hacer lo mismo. El plan de la salva¬ción no se cambió por un plan nuevo. Sin embargo, la Biblia dice: "Pedro les dijo: Arrepentios, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesu¬cristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos 2:38). Aquí tenemos un modelo o patrón, pero en el día de hoy mucha gente dice que el bautismo no es necesario para salvación. ¿Cuál fue el mandamiento bíblico? El bau¬tismo es para perdón de pecados. Entonces, el modelo para el cristianismo no es la enseñanza del hombre, sino la enseñanza bíblica. Pablo le dijo a Timoteo: "Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús" (2 Timoteo 1:13). No debemos perder, salir, ni apartarnos de la palabra que hemos recibido por el Nuevo Testa¬mento. Tenemos que escudriñar el Nuevo Testamento para encontrar el modelo bíblico, para el cristiano y la iglesia hoy.


La iglesia que fue establecida en Hechos capítulo dos perseveraba en "la doctrina de los apóstoles." La Bi¬blia dice: "Y perseveraban en la doctri¬na de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones" (Hechos 2:42). Este es el modelo para la iglesia hoy. Podemos concluir que la iglesia, y los cristianos hoy, tienen que perseverar en la misma doctrina para mantener la pureza del cristianismo.

 

                                                                           por M. Robert Helwig


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